A primera instancia, parece que en este juego de "manitas calientes" es mas fácil hacer blanco sobre las manos del contrincante. Pero no es así; no se confíe, o perderá el turno de golpear muy rápidamente.

El juego consiste en dos adversarios que colocan los pies derechos juntos, tocándose pero sin pisarse. Uno de ellos, al que le toca recibir, pondrá sus manos unidas como si fuera a rezar. Su adversario, al que le toca golpear, tendrá las manos libres y podrá golpear las manos unidas del compañero indistintamente.
Lo de los pies es para limitar los movimientos de ambos y que todo quede en un mismo radio de acción.
Si se falla un golpe, el turno es para el oponente.
Pero recordad, que si si logra, aunque solo sea, rozar la mano del contrario, no se pierde el turno.
¡Adelante! Y parad cuando las manos ya esten rojas de tan calientes

Espero y no les duela mucho. Este juego es para valientes. Utilisima hogar