Uno de cada tres adultos de países latinoamericanos bien desarrollados y de norteamericanos experimentan alta presión sanguínea. Estos hipertensos tienen tres veces más probabilidad de sufrir un ataque de apoplejía o hemorragia cerebral que las personas con presión normal de la sangre.
¿Cómo puedo saber si sufro de hipertensión?
La hipertensión se define como una presión sistólica (el número más alto), habitualmente de más de 140, y una presión diastólica (número más bajo) de 90 ó más.
Aunque no haya síntomas (por eso se la llama la enfermedad silenciosa), la presión alta ocasiona cambios progresivos en los vasos sanguíneos, hasta que se presenta el primer síntoma, que generalmente es un ataque cerebral (apoplejía) o de corazón.
¿Qué hace que suba la presión de la sangre?
Ciertas clases de tumores la próvocan, como también algunas enfermedades del riñón. Pero en el 90% de las hipertensiones no puede determinarse la causa orgánica específica. Esta clase de hipertensión se denomina hipertensión esencial.
Los factores siguientes contribuyen a la hipertensión esencial:
Consumo elevado de sal. Aunque parezca sorprendente, la hipertensión es infrecuente en el 80% de la población mundial donde el consumo de sal no es común. En los lugares donde se usa mucha sal, como en el Japón, esta afección es epidémica, puesto que afecta a la mitad de los adultos. Los norteamericanos y muchos habitantes de América Latina consumen un promedio de 10 a 20 gramos de sal por día. Esto es de dos a cuatro cucharaditas, o 10 a 20 veces más sal que la que el cuerpo necesita.
Obesidad. Prácticamente todos los que tienen exceso de peso llegarán a tener alta presión sanguínea. Es sólo cuestión de tiempo.
• Arterias colesterolizadas. Las arterias estrechadas y obstruidas fuerzan al cuerpo a elevar la presión sanguínea para entregar oxígeno y alimento necesarios para las células del organismo.
- Estrógeno. Esta hormona, que se encuentra en las píldoras anticonceptivas y que también se usa para aliviar los síntomas de la menopausia, causa retención de agua en las células. Puede elevar la presión sanguínea al retener exceso de fluido en el cuerpo.
Alcohol. Numerosos estudios científicos han demostrado que la ingesta de bebidas alcohólicas causa del 5 al 15% de la hipertensión común.
¿Por qué la gente come tanta sal?
En esta época, cuando se ha generalizado la industria de los alimentos procesados, envasados y listos para servir, resulta difícil escapar de la sal. El 75% del consumo de sal proviene de estos alimentos procesados y de los alimentos consumidos en restaurantes en general. Resulta fácil hacerse adicto a la sal, y abundan los bocadillos y productos salados para satisfacer nuestro paladar.
¿Son eficaces los medicamentos para controlar la hipertensión?
En los últimos años se ha producido una cantidad considerable de medicamentos para combatir la alta presión sanguínea. Algunos de ellos son sumamente eficaces y han salvado la vida de un gran número de personas. La mayoría de estos productos son de acción rápida, lo que en- canta a la gente.
Pero un análisis de los productos farmacéuticos para tratar la hipertensión revela algunos hechos inquietantes: estos medicamentos no curan la hipertensión, tan sólo la controlan; y en muchos casos los hipertensos deben usarlos durante toda su vida. Los desagradables efectos secundarios incluyen fatiga, depresión y disminución del deseo sexual.
Aunque estos medicamentos contribuyen a proteger contra la apoplejía producida por hemorragias cerebrales, no protegen contra la aterosclerosis coronaria (la obstrucción de las arterias del corazón). Y en realidad pueden promover la aterosclerosis, la diabetes y la artritis gotosa.
¿Cuáles son las alternativas?
Diferentes estudios científicos han demostrado que cambios fáciles de realizar en la dieta y el estilo de vida pueden aliviar la mayor parte de la hipertensión esencial en pocas semanas, sin el uso de medicamentos.
4 Un número considerable de personas son alérgicas a la sal, y la reducción de su consumo las beneficiajía.
Cuando la persona obesa baja de peso, también disminuye la presión arterial. La reducción del peso con frecuencia es el único tratamiento necesario para corregir la alta presión sanguínea.
• Una dieta con bajo contenido de grasas y elevado contenido de fibras reduce la presión sanguínea en un 10%, aun sin disminución del peso o restricción de la sal. El adelgazamiento de la sangre, como resultado del consumo de menos grasa, probablemente sea lo que produce estos cambios favorables.
La eliminación de las bebidas alcohólicas de la dieta bajará la presión y además beneficiará al cuerpo de modos diversos.
El ejercicio físico disminuye la presión sanguínea porque reduce la resistencia de las arterias periféricas. Además, el ejercicio habitual promueve la salud y el bienestar generales.
La gente que usa medicamentos para reducir la presión sanguínea, por iniciativa personal no debiera ubicarse por encima del médico y cambiar las dosis o dejar de usar la medicina recetada.
Pero los que deciden efectuar cambios en el estilo de vida, encontrarán que sus médicos están dispuestos a ayudarles a curarse de la hipertensión mediante la ingestión de alimentos adecuados y la práctica de ejercicios recomendables.
