Una vez mas les traemos un texto del libro Vida Dinamica, que nos aconseja sobre como tener una dieta saludable.
E1 40% del dinero que los norteamericanos j invierten en alimentos, lo gastan en comer Lfuera de casa. Nuestros alimentos son procesados, refinados, concentrados, edulcorados, sazonados y preparados químicamente para estimular el paladar con sensaciones de elevadas calorías y escasos nutrientes.
El ganado es alimentado en corrales de engorde sin lugar para que hagan ejercicio. Su comida contiene abundancia de antibióticos y sustancias promotoras del crecimiento. El resultado es un ganado de mayor tamaño, con carne más jugosa y dos veces más grasa que el ganado criado al aire libre en potreros con abundante pasto. Estamos pagando muy caro por estos “adelantos”. Mientras comemos para vivir, lo que estamos comiendo nos está matando.
El ganado es alimentado en corrales de engorde sin lugar para que hagan ejercicio. Su comida contiene abundancia de antibióticos y sustancias promotoras del crecimiento. El resultado es un ganado de mayor tamaño, con carne más jugosa y dos veces más grasa que el ganado criado al aire libre en potreros con abundante pasto. Estamos pagando muy caro por estos “adelantos”. Mientras comemos para vivir, lo que estamos comiendo nos está matando.
• ¿Quieren decir que los alimentos pueden causar enfermedad?
Las estadísticas son bastante convincentes. Hace cien años, entre el 10 y el 15% de los norteamericanos mona de enfer medades coronarias y de apoplejia, diabetes y cancer del colon y de los senos Las enferme
dades cardiovasculares comenzaron a surgir en los Estados Unidos después de la Primera Guerra Mundial. Se tornaron comunes después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la gente tenía dinero para mantener dietas ricas en productos animales, y cuando la industria alimentaria comenzó a producir alimentos muy procesados, repletos de calorías y sin elementos nutritivos.
• ¿Podría ser esto una coincidencia?
Difícilmente. Este problema es propio de la gente que vive en la cultura occidental. Las poblaciones rurales de China, Japón y el sureste de Asia, que tienen escaso acceso a los alimentos suculentos, experimentan pocos ataques de corazón. Similarmente, la mayoría de la gente del Africa rural y de algunos países de América del Sur y Central no siente preocupación por la diabetes ni las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en los Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y los países cada vez más ricos de Europa y Asia, donde la dieta abunda en grasas, las enfermedades cardíacas son epidémicas.
Los villanos —el escaso contenido de fibras y el exceso de grasas— cobran sus derechos dañando las arterias que transportan el oxígeno vital para el cuerpo, y trastornando importantes funciones metabólicas. Debido al engrosamiento de las paredes arteriales y al estrechamiento de la luz o espacio interior, 4.000 norteamericanos sufren ataques cardíacos cada día, uno de cada tres adultos tiene alta presión sanguínea y miles quedan inválidos a causa de los ataques de apoplejía. La obesidad es epidémica debido al metabolismo desordenado causado por estilos de vida desequilibrados, y un nuevo caso de diabetes se diagnostica cada 50 segundos.
• ¿Cómo se produjeron esos cambios en la dieta?
Antes del comienzo de este siglo, la dieta norteamericana consistía principalmente en alimentos cultivados en los huertos locales y en las granjas cercanas, complementados por algunos artículos adquiridos en el almacén del pueblo, y carne de animales criados localmente y de ganado engordado en potreros con abundante pasto. Nuestros abuelos no tenían esperándolos en los supermercados miles de artículos alimenticios hermosamente envasados e intensamente promovidos por los medios de comunicación. Tampoco había restaurantes con comidas cargadas de grasas y azúcares en casi cada esquina.
El elemento principal de la dieta eran los granos: granos de trigo, avena, cebada y otros cereales que abundaban en todas partes. Las familias comían alimentos recién preparados y gruesas rebanadas de pan casero, servidos en sus propias mesas. Disfrutaban de platos calientes prepara-